La goma moldeable es un material muy útil y versátil que se utiliza principalmente en trabajos de manualidades y arte. Para asegurarte de que tu goma se mantenga en buenas condiciones, debes seguir algunos consejos y precauciones.
En primer lugar, es importante guardar la goma moldeable en un lugar fresco y seco. La humedad y el calor pueden afectar su consistencia y hacer que se vuelva pegajosa e inutilizable. Puedes guardarla en una caja de plástico o en una bolsa hermética para protegerla de la humedad.
Además, evita exponer la goma moldeable a la luz directa del sol. Los rayos UV pueden deteriorarla y provocar cambios en su textura y color. Siempre que no la estés utilizando, guárdala en un lugar oscuro o cubierta.
Para mantener tu goma en buen estado, evita el contacto con sustancias grasas o aceitosas. Estos productos pueden alterar su composición y hacer que pierda sus propiedades de elasticidad. Si accidentalmente entra en contacto con aceite, límpiala con un trozo de papel absorbente antes de volver a utilizarla.
Recuerda que es importante manipular la goma moldeable con las manos limpias, para evitar que se ensucie o se adhiera a residuos de suciedad. Siempre lávate las manos antes de manipularla y asegúrate de que cualquier superficie en la que vayas a trabajar también esté limpia.
Finalmente, si la goma moldeable se seca o pierde su flexibilidad, puedes intentar humedecerla con un poco de agua. Aguanta la goma bajo el grifo durante unos segundos y amásala suavemente hasta que recupere su textura y elasticidad original.
Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu goma moldeable en buen estado por más tiempo, disfrutando así de todas las posibilidades creativas que este material ofrece.