La palabra portalápices es una palabra compuesta que se escribe con todas sus letras juntas. La unidad léxica está formada por dos palabras independientes de las que se extraen sus radicales para unirlas mediante un guion: porta- y lápices.
La primera parte de la palabra, porta-, es una raíz que significa "llevar consigo algo". La segunda parte, lápices, es un sustantivo plural que indica el objeto que sirve para escribir o dibujar, y que en este caso se encuentra en una posición pospuesta a la raíz (-lápices).
A la hora de escribir la palabra, es importante tener en cuenta que el guion no se acentúa ni se escribe en mayúscula, ya que no forma parte de ninguna de las dos raíces. Además, la palabra se escribe con acento en la sílaba que recibe la mayor fuerza de voz, que en este caso es la antepenúltima: por-ta-lá-pi-ces.
Porta lapiceros se dice de distintas maneras en diferentes partes del mundo. En España, se suele llamar portalápices, mientras que en México se conoce como portaplumas.
Esta herramienta es de gran utilidad para mantener organizados tus lápices, bolígrafos y rotuladores. Además de ser funcional, también puede ser un objeto decorativo para tu escritorio.
Existen diferentes diseños y materiales para los porta lapiceros, desde los más sencillos hasta los más elaborados y originales. Puedes encontrarlos en tiendas de papelería o en línea, y elegir el que más se adapte a tus necesidades y preferencias.
Sea cual sea la forma en que lo llames, un porta lapiceros es un accesorio imprescindible en cualquier escritorio, ya sea en casa, la oficina o la escuela.
Un portalápices es un objeto que se utiliza para almacenar y organizar artículos de escritura, como lápices, bolígrafos y marcadores. El funcionamiento del portalápices es muy simple. Consiste en un cilindro o caja, generalmente de plástico o metal, con múltiples compartimentos para colocar los utensilios.
Una de las ventajas de tener un portalápices es que se puede mantener el escritorio organizado y limpio. A medida que las personas usan los lápices, pueden guardarlo rápidamente en el lugar designado en el portalápices, lo que ayuda a evitar que se pierdan o se desordenen.
Además, los portalápices pueden tener diferentes diseños y tamaños para satisfacer las necesidades de los usuarios. Hay algunos que tienen espacio adicional para otros artículos, como tijeras o clips de papel.
En resumen, el funcionamiento de un portalápices es muy sencillo: proporciona un espacio de almacenamiento para los artículos de escritura, lo que permite mantener el escritorio organizado y facilita el acceso y el uso de los objetos guardados.
El porta lápiz es una invención muy útil que permite mantener organizado nuestro material de escritura. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién lo creó?
La historia nos dice que el porta lápiz fue diseñado por el inventor estadounidense Melville Bissell. Sí, el mismo Bissell que también inventó la aspiradora.
El diseño original del porta lápiz consistía en un cilindro de madera con agujeros para sostener lápices y plumas. Fue patentado en 1899 y fue muy popular durante varios años.
Con el paso del tiempo, el porta lápiz ha evolucionado en su diseño y materiales. Ahora podemos encontrar porta lápices hechos de plástico, metal e incluso vidrio. Hay disponibles diseños para todos los gustos y necesidades, algunos con compartimentos adicionales para clips y post-its.
Con la llegada de la tecnología, también podemos encontrar porta lápices electrónicos que incluyen puertos USB y sistemas de carga inalámbrica.
A pesar de todas estas innovaciones, debemos recordar la importante contribución de Melville Bissell en la creación del porta lápiz, que sigue siendo una herramienta esencial en cualquier lugar de trabajo o estudio.